jueves, 19 de abril de 2012

Las cosas que vemos en Semana Santa (1)

 "Que tiempos aquellos"

Así suelen decir nuestros abuelos al contrastar sus años mozos con la realidad actual.   Durante la Semana Santa, la nostalgia, seducida por  el plato de almíbar, el pescado seco o la sopa de queso, toca las vetustas puertas de sus cerebros y les obliga a escudriña en los cajones de sus recuerdos sumergiéndolos en mares de añoranzas. Es común que los abuelos al comparar sus tiempos con los cambios radicales que imponen  los nuevos tiempos, se atreven a descalificar a las nuevas generaciones por sus estilos de vida. Y la Semana Santa es un momento propicio para hacerlo.

Hay historias que hoy no caben en la cabeza de nadie.  El anecdotario del pasado vinculado a la Semana Santa es enorme y por demás sin sentido para las nuevas generaciones, antes se afirmaba,  y se creía con temor y certeza, de que no había que correr en viernes santo porque se podía abrir la tierra bajo los pies, no habia que prender fuego, incluso no habia que bañarse. Cualquier acción de estas podría provocar el enojo de "Papa Chú", y por consiguiente enviar un castigo divino, máxime el propio Viernes Santo.

En solo unas cuantas décadas pasamos de un extremo a otro. Aunque muchas de las tradiciones aún sobreviven, se van apagando poco a poco. El respeto por las tradiciones religiosas, el temor, la sumisión, el misticismo, los rituales, toda esa amalgama de elementos que formaban parte fundamental de la cotidianidad de nuestros ascendientes durante la llamada semana mayor, pese a que ellos han luchado por englosarnoslos como parte de su herencia hacia nosotros, se ha ido disipando y perdiendo su esencia como materia volátil. Hemos ido renunciando a ello poco a poco, empujados por la moda, la rebeldía, el consumismo, el sentido de pertenencia, entre otros factores que se han venido esculpiendo a fuerza entre artilugios tecnológicos y por supuesto, la influencia mediática .

Jóvenes disfrutando en Semana Santa



Una muestra 

Aquí una pequeña muestra de como se vive la Semana Santa en la bahía de San Juan del Sur. Tanto las tradiciones religiosas, como las costumbres culinarias, las reflexiones, los mitos y leyendas vinculados a esta época de reflexión y  otros elementos que le daban misticismo a la llamada Semana Mayor, han venido siendo desplazados por la diversión excesiva. La juventud actual ha dejado a un lado la herencia cultural y religiosa de los abuelos para darle paso al derroche, los excesos, el desvelo, los grandes cómplices esta realidad: la moda, el consumismo, la perdida de valores y porque no decirlo las tecnologías. Debe haber diversión, pero también tiempo para la reflexión.



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